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Hambre real y hambre emocional. ¿Sabes diferenciarlos?

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Hambre real y hambre emocional. ¿Sabes diferenciarlos?

Cuando pensamos en el concepto de tener hambre, la mayoría de ocasiones lo asociamos a la sensación fisiológica. Pero ¿sabías que existe más de un tipo de hambre?

Podemos diferenciar entre dos tipos, aquella producida por nuestro cuerpo porque necesita alimentos para sobrevivir y aquella asociada a las emociones.

Es una sensación que depende de múltiples factores y procesos bioquímicos, muchos de ellos relacionados con distintas hormonas. También, con zonas del cerebro asociadas a la felicidad, sentimientos, sensación de recompensa etc.

El hambre emocional se caracteriza porque no va unido a una sensación fisiológica real. Aparece como respuesta a determinadas emociones negativas, en la mayoría de casos, aunque se puede dar lugar con emociones positivas.

Estás expuesto a permanente estrés: Los niveles altos de la hormona cortisol desencadenan a las hormonas del hambre.

En ocasiones, este tipo de hambre aparece como mecanismo para sentir que manejamos una sensación de control. Se relaciona con el estrés y ansiedad. El cuerpo, responde a estas emociones con una activación de la glándula pituitaria y del hipotálamo.

El hambre real Es el primer tipo de hambre al que todos pensamos cuando hacemos referencia a este concepto. Está relacionado con la sensación física e instinto de alimentarnos y obtener los diferentes nutrientes necesarios. Entra en juego la supervivencia.

Uno de los factores principales que disparan la sensación de hambre es la bajada del nivel de azúcar en sangre.

El hambre y la sensación de saciedad se regulan por dos hormonas llamadas leptina y grelina.

¿Por qué aparecen y cómo diferenciarlos?

La forma que tienen de aparecer son completamente distintas:

El hambre fisiológica aumenta a medida que pasa el tiempo de manera gradual, sin ser de manera inmediata. No hay preferencia por cierto tipo de alimentos y permite comer con conciencia y seleccionar opciones adecuadas. Es inherente al ser humano.

Dependiendo del tipo de alimento ingerido, puede ocurrir antes o después. Por ejemplo, las proteínas y las grasas necesitan más tiempo para ser digeridas, aportan una sensación de saciedad mayor. En los hidratos de carbono, dependerá del tipo: aquellos con un alto índice glucémico hará que esta sensación aparezca antes ya que se digieren rápidamente, aquellos con un bajo índice glucémico, lo contrario.

El hambre emocional aparece de manera repentina. La persona trata de satisfacer esa falsa sensación de apetito, con comidas palatales que produzcan sensación de satisfacción, Por ejemplo, dulces, chocolate etc. Se da lugar cuando la persona no sabe gestionar o identificar las sensaciones y sentimientos.

Tips para aumentar la sensación de saciedad

- Incluir proteína dentro de todas nuestras comidas y / o aumentar la cantidad. Es junto a las grasas, los que proporcionan mayor sensación de saciedad. Contribuye a aumentar la secreción de la hormona péptidoYY la cual contribuye también la disminución del hambre.

- Aumentar la cantidad de grasas: junto con la proteína, aumentan esta sensación. Ocurre debido a que las digestiones son más lentas.

- Hidratos de carbono complejos. Necesitan mayor tiempo para digerirse que los simples. Además, algunos, como por ejemplo la avena, tienen una gran cantidad de fibra, aportando mayor sensación de saciedad.

- Aumentar el consumo de frutas y verduras: estos alimentos, están repletos de micronutrientes (vitaminas y minerales). Tiene mucha fibra, lo cual contribuye a mejorar el tránsito intestinal y aumentan la sensación de saciedad al consumirlos con otros alimentos. El aporte calórico es muy bajo en proporción con el volumen.

- Beber agua: aunque pueda parecer un concepto básico, puede confundirse la sensación de hambre con la de tener sed.