El ácido ursólico comprime proteínas encargadas y altamente funcionales en la proliferación celular, estimulando el crecimiento a través de la activación de la síntesis de proteínas. Junto a esta función, también tiene lugar propiciar un mejor uso de la glucosa por parte del mRNA, el reclutamiento de los vasos sanguíneos (Vegfa) y la señalización autocrina / paracrina de IGF-I (Igf1).
El cuerpo humano posee dos tipos de grasas, una es llamado marrón, debido al color que le otorga la alta concentración de hierro que posee. Esta se encarga de ayudar a regular la temperatura del cuerpo.
La diferencia entre la grasa marrón y la “blanca”, es que la primera posee una mayor disposición de capilares, y por ello, se induce a un mayor consumo de oxígeno; la grasa blanca es el resultado de almacenar un exceso de calorías; mientras, la grasa marrón generará calor quemando calorías.
El ácido ursólico puede convertir el tejido de grasa blanca en marrón, probablemente motivado por el incremento de irisina.