1. Untada en pan: Esta es la forma más tradicional de disfrutar de la mermelada de fresa. Prueba a untarla en una tostada de pan integral por la mañana. Es una manera deliciosa de empezar el día con un toque de dulzura.
2. Acompañando quesos: Las mermeladas de frutas pueden ser un contrapunto ideal para los quesos, tanto suaves como fuertes. La mermelada de fresa con un queso crema o queso de cabra es una combinación celestial.
3. En repostería: Usa la mermelada de fresa como relleno de pasteles, tartas, galletas y otros postres. También puedes usarla como cobertura para un pastel de queso, aportando una acidez agradable que contrarresta la dulzura del postre.
4. Como aderezo para ensaladas: Si, has leído bien. La mermelada de fresa, especialmente la que tiene un alto contenido de frutas y es baja en azúcar, puede ser una adición interesante para aderezar ensaladas. Puedes mezclarla con vinagre balsámico para hacer un aderezo dulce y ácido.
5. Con yogur o avena: La mermelada de fresa puede ser una gran adición a tu tazón de yogur o avena en el desayuno. Aporta sabor y textura, haciendo que tu desayuno sea aún más satisfactorio.
6. Con carnes: La mermelada de fresa puede funcionar como un glaseado para carnes como el pollo o el cerdo, proporcionando un balance entre los sabores dulce, ácido y salado.