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L-Carnitina: ¿Cómo funciona?

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L-Carnitina: ¿Cómo funciona?
La carnitina, de forma activa L-carnitina, es una proteína cuyo precursor es la metionina, y es sintetizada de manera natural en el organismo por el hígado, los riñones, el cerebro y los testículos. Desde ellos, la carnitina es transportada a otros lugares donde no puede ser sintetizada, como el músculo o el corazón. Dentro de todos los alimentos, existe una elevada concentración en carnes rojas, pescados, aves, lácteos y, en menor proporción, en las frutas.
La carnitina ejerce su función principal en el metabolismo de las grasas, donde se encarga de transportar los ácidos grasos dentro de la célula para ser degradados. Por lo que una deficiencia de carnitina ha sido relacionada con problemas de absorción a nivel intestinal, la síntesis o el transporte y la captación de carnitina en los diferentes tejidos.
A su vez, la concentración de carnitina en el músculo puede variar en función del ejercicio físico practicado. Por norma general, suele estar regulado, pero las reservas pueden no ser suficientes en situaciones esfuerzos aeróbicos prolongados y en intensidades altas, como pueden ser ciertas carreras o rutas de ciclismo. De esta manera, cuando existe una deficiencia de carnitina en el músculo, la vía de selección para la obtención de energía durante el ejercicio sería el glucógeno en lugar de ácidos grasos.
En origen, la L-carnitina fue usada por primera vez como tratamiento en casos de enfermedad cardiovascular, para priorizar el metabolismo de ácidos grasos y disminuir su concentración en la sangre, así como para reducir la debilidad muscular. No obstante, si ya existe una concentración adecuada y suministramos más carinitina con suplementos orales, ésta será rápidamente eliminada por la orina. Por este motivo, debemos asegurarnos de que exista una deficiencia antes de suplementar con L-carnitina.
Así pues, las recomendaciones de consumo de L-carnitina como suplemento dietético en personas activas es de 2 a 3 gramos por día en:
  • Una toma de 1 gramo, por lo menos, tres horas antes de entrenar.
  • Una toma de 1 gramo inmediatamente antes del entrenamiento.
En cuanto al modo de presentación, la L-carnitina suele ofrecerse en cápsulas o líquida, e incluso puede aparecer junto con otros nutrientes en forma de barritas también.
En conclusión, el efecto “quemagrasa” de la L-carnitina como suplemento dietético puede tener sentido siempre y cuando haya algún grado de deficiencia de la proteína que impida la oxidación de las grasas, y se mantenga un estilo de vida activo. Además, se siguen necesitando estudios que corroboren su efecto beneficioso y, en caso de que los hubiera, efectos secundarios.